top of page
Foto del escritorMtro. Ian Macias Aguilar

Trastorno Límite de la Personalidad o borderline en adolescentes y adultos.

¿Qué es el trastorno límite de la personalidad o borderline?

El trastorno borderline o trastorno límite de la personalidad (TLP) es el nombre que las clasificaciones psiquiátricas internacionales le han dado a un conjunto de síntomas caracterizado por un patrón de inestabilidad en las relaciones con otras personas, en la propia imagen y en las emociones, así como un exceso de impulsividad. Con frecuencia el TLP se asocia a las autolesiones, el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios y las conductas explosivas o violentas y suele ser diagnosticado en la adolescencia.

En realidad, las personas que reciben un diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad no constituyen un grupo homogéneo. La psiquiatría que diagnostica en base a síntomas “visibles” sin escuchar a la persona, tiende a meter en el mismo saco por ejemplo a adolescentes que presentan dificultades importantes de relación con los demás, comportamientos más o menos desestructurados, autolesiones y baja autoestima, cuando en realidad estos síntomas pueden responder a una estructura psíquica de base muy diferente, siendo el tratamiento adecuado en cada caso completamente diferente. Por lo tanto, hay una limitación clara en este tipo de clasificaciones que debemos tener en cuenta a la hora de recibir un diagnóstico.


Las personas con TLP a menudo experimentan una intensa sensación de vacío, miedo al abandono, y pueden tener dificultades para gestionar sus emociones. Esta condición puede resultar de una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales, siendo las experiencias de la infancia particularmente significativas.


Sus sentimientos hacia los demás pueden cambiar rápidamente y pasar de una cercanía extrema a una aversión extrema. Estos sentimientos cambiantes pueden originar relaciones inestables y dolor emocional.


¿Cuáles son las señales y síntomas?


Desde un punto de vista psicoanalítico constatamos una clínica del exceso, del cuerpo invadido por una excitación «loca» que hace sufrir mucho a la persona y a sus allegados. La inquietud crónica, el hastío vital y la ausencia de capacidad para tolerar la frustración se hacen muy presentes. Para defenderse de la excitación el adolescente se entrega a ciertos actos que toman un carácter adictivo (sustancias, comida, situaciones de riesgo, objetos tecnológicos…). Las autolesiones como forma de aliviar la angustia son frecuentes y también los ataques de ira que pueden hacer muy difícil la convivencia

Hay en el adolescente diagnosticado con TLP una dificultad de soportar la dificultad inherente a las relaciones, el malentendido que comportan a veces, así como una tendencia a idealizar a las personas que al poco tiempo puede virar al odio por la sensación de no importarle al otro. Los cambios de vida extremos e inesperados son paradigmáticos y son el signo de la desorientación que se sufre en estos casos.


Las personas con este trastorno también tienden a irse a los extremos, como pensar que todo es bueno o que todo es malo. Sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente y pueden actuar de manera impulsiva o imprudente.

Otras señales o síntomas pueden incluir:

  • Esfuerzos para evitar un abandono real o percibido, como iniciar precipitadamente sus relaciones, o terminarlas con la misma rapidez.

  • Un patrón de relaciones intensas e inestables con familiares, amigos y otros seres queridos.

  • Una autoimagen o sentido de identidad distorsionado e inestable.

  • Comportamientos impulsivos y con frecuencia arriesgados, como derrochar el dinero en compras excesivas, tener sexo sin protección, participar en consumo de drogas y otras sustancias, conducir de forma temeraria y comer compulsivamente. Tenga en cuenta que, si estos comportamientos ocurren principalmente en momentos con un alto nivel de energía o en un estado de ánimo elevado, pueden ser síntomas de un trastorno del estado de ánimo y no de un trastorno límite de la personalidad.

  • Comportamiento autodestructivo, como cortarse.

  • Pensamientos recurrentes de conductas o amenazas suicidas.

  • Estados de ánimo intensos y muy variables, con episodios que duran desde unas pocas horas hasta varios días.

  • Sentimientos crónicos de tener un vacío.

  • Ira intensa e inapropiada, o problemas para controlar la ira.

  • Sentimientos de disociación, como sentirse distanciado de sí mismo, observarse desde fuera del propio cuerpo o tener sentimientos irreales.

No todas las personas con trastorno límite de la personalidad tendrán todos estos síntomas. La gravedad, la frecuencia y la duración de los síntomas dependen de la persona y su enfermedad.

El índice de autolesiones y conductas suicidas es considerablemente más alto en las personas con trastorno límite de la personalidad que en la población en general.

Las personas con este trastorno que están pensando en hacerse daño o en intentar suicidarse necesitan ayuda de inmediato.




Pero, ¿Qué causa el trastorno límite de la personalidad o borderline?

Una multiplicidad de factores es propuesta por la psiquiatría y los enfoques cognitivo-conductuales como posibles causantes del TLP: neurotransmisores, predisposición genética, vivencias infantiles, problemas de apego con la madre, malos aprendizajes, entorno familiar inestable (aunque también se da en familias bien estructuradas)


Nuestra hipótesis apunta más bien a la influencia del funcionamiento propio de esta época. Lo social y la subjetividad están íntimamente ligados. Como Freud señalaba en «El malestar en la cultura», es necesario perder o ceder algo para entrar en lo social: hay un límite a la satisfacción que uno puede obtener. Eso es el fundamento de la civilización. Hoy nuestras sociedades un tanto incivilizadas se caracterizan por un discurso que empuja al exceso, donde todo se puede y hay una dificultad para tolerar la pérdida. Esto se conjuga con un declive del lugar dado a la palabra y la reflexión. A esto hay que añadir siempre los factores personales: una determinada posición subjetiva, que es a donde apuntaremos con el tratamiento.


El TLP se suele diagnosticar en la adolescencia y esto nos debe hacer preguntarnos algo.

En la adolescencia se trata también del proceso de separación de los padres. Hay que perder algo para poder acceder a un nuevo estatus, y pueden aparecer dificultades relacionadas con la dificultad de separarse y perder antiguas seguridades. Podemos tomar los síntomas del TLP como una dificultad en el proceso de asunción de los cambios de la pubertad, y al mismo tiempo como un intento fallido de solución de este impasse.


La anorexia o la bulimia, los cortes en el cuerpo, el abuso de sustancias, la violencia contra el propio cuerpo o el del otro, adoptar conductas de riesgo, serían modos de tratar una angustia insoportable. Es por eso que no conviene atacar frontalmente estos síntomas en tanto no sepamos que tipo de angustia fundamental están tratando de contener.


¿Cómo se diagnostica el trastorno límite de la personalidad o borderline?


El diagnóstico de TLP es una creación relativamente reciente que tiene su origen en las aportaciones de los psicoanalistas postfreudianos Kernberg y Kohut, que a raíz de las dificultades que experimentaban con el tratamiento “tradicional” en cierto número de pacientes, establecieron una categoría que llamaron “organización borderline de la personalidad”. Esta categoría se puso de moda en los años 80 y finalmente pasó a ser incluida en las clasificaciones internacionales (DSM y CIE-10), no sin gran controversia hasta la actualidad por la poca solidez del constructo.



Las personas diagnosticadas con TLP a menudo se caracterizan porque su malestar no toma el camino de hacerse una pregunta sino la forma del pasaje al acto, de un tratamiento del malestar a través del cuerpo: conductas adictivas, trastornos alimentarios, autolesiones o violencia, llegando a veces a las conductas suicidas. Podemos leer este tipo de conductas como intentos de dominar, a través de estas prácticas sobre el propio cuerpo o el de los otros, el empuje de una pulsión autodestructiva que no puede ser pasada por la palabra.


Un profesional de la salud mental debidamente acreditado y con experiencia en el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mentales (como un psiquiatra, un psicólogo o un trabajador social clínico) puede diagnosticar el trastorno límite de la personalidad basándose en una entrevista exhaustiva y una charla sobre los síntomas. Un examen médico completo y exhaustivo también puede ayudar a descartar otras posibles causas de los síntomas. Al diagnosticar la enfermedad, los profesionales analizarán los síntomas de la persona y preguntarán sobre sus antecedentes médicos familiares, incluido cualquier historial de enfermedades mentales.

Por lo general, el trastorno límite de la personalidad se diagnostica en la adolescencia tardía o en la adultez temprana. Ocasionalmente, este trastorno se le puede diagnosticar a una persona menor de 18 años si los síntomas son significativos y duran al menos un año.


Características centrales del trastorno límite de la personalidad (TLP) o borderline


El TLP se manifiesta de diversas maneras, pero hay ciertos rasgos característicos comunes:

  • Inestabilidad en relaciones interpersonales: Las personas con TLP a menudo experimentan relaciones intensas y tumultuosas. Pueden alternar entre idealizar a alguien intensamente y devaluarlo repentinamente. Esta oscilación se debe en gran parte a su miedo al abandono y a la dificultad para mantener relaciones estables y saludables.

  • Imagen de sí mismos inestable: La autoimagen de una persona con TLP puede ser muy variable. Suelen tener una percepción distorsionada de sí mismos, luchando con la identidad y el autoconcepto. Esto a menudo conduce a cambios frecuentes en metas, valores, amistades, identidad sexual o incluso el tipo de trabajo o carrera.

  • Emociones intensas y cambiantes: Como he mencionado anteriormente, las emociones en el TLP suelen ser intensas. Las reacciones emocionales pueden ser desproporcionadas y fluctuar dramáticamente, lo que a menudo resulta en periodos de intensa depresión, ansiedad o ira.

  • Sensación de vacío: Un sentimiento crónico de vacío es común en el TLP. Las personas con este trastorno pueden sentir que algo falta en su interior, lo que puede conducir a una búsqueda constante de algo o alguien que llene ese vacío.

  • Impulsividad: La impulsividad puede manifestarse en comportamientos arriesgados como el gasto excesivo, el abuso de sustancias, la conducción temeraria, los atracones alimentarios o las relaciones sexuales peligrosas.






¿Cómo se trata el trastorno límite de la personalidad o borderline?

Históricamente, se ha considerado que este es un trastorno difícil de tratar. Sin embargo, con los tratamientos más recientes basados en evidencia científica, muchas personas con este trastorno tienen menos síntomas o son menos graves, y tienen un mejor desempeño y una mejor calidad de vida. Es importante que los pacientes con trastorno límite de la personalidad reciban tratamiento de un profesional de la salud mental debidamente acreditado para ejercer. Otros tipos de tratamiento, o tratamientos ofrecidos por un proveedor que no está capacitado adecuadamente, pueden no beneficiar al paciente o hasta ser peligrosos.

Son muchos los factores que influyen en el tiempo que tardan los síntomas en mejorar una vez que se comienza el tratamiento, por lo que es importante que las personas con este trastorno, así como sus seres queridos, sean pacientes y reciban el apoyo adecuado durante el tratamiento.


Es importante buscar tratamiento y seguirlo.

Los estudios financiados por el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) indican que es más probable que los pacientes con trastorno límite de la personalidad que no reciben el tratamiento adecuado presenten otras enfermedades médicas o mentales crónicas, y es menos probable que tomen decisiones para un estilo de vida saludable.


Psicoterapia

La psicoterapia, es el primer tratamiento para las personas con trastorno límite de la personalidad. La mayor parte de la psicoterapia la realiza un profesional de salud mental debidamente capacitado y acreditado en sesiones individuales o en grupo con otras personas. Las sesiones en grupo pueden ayudar a enseñar a las personas con este trastorno a interactuar con los demás y expresarse de manera eficaz.

La terapia psicológica orientada por el psicoanálisis es especialmente adecuada para tratar para adolescentes diagnosticados con TLP en la medida en que no se orienta por el tratamiento de la conducta problemática sino por apuntar a la causa de los síntomas, siendo sus resultados mucho más estables y transformadores que los de las corrientes psicológicas que no abordan la causa sino solo las manifestaciones del problema.


La terapia psicoanalítica es adecuada para tratar adolescentes diagnosticados de trastorno límite de la personalidad


Por su dificultad añadida en estos casos es más claro que nunca que el dispositivo terapéutico tiene que adaptarse al paciente y no al revés. Es por eso que el tratamiento con protocolos estandarizados resulta totalmente inadecuado aquí. A veces se necesitará medicación, a veces puede ser necesaria la colaboración de la familia.

En estos casos debemos intentar encontrar la coyuntura de desencadenamiento de los síntomas, el encuentro con algo insoportable o en el límite de lo soportable que desencadenó la experiencia del desamparo radical o el vacío. Esto permite enfocar la dirección de la cura hacia un posible reenganche. La lógica del tratamiento será apoyar las soluciones que el adolescente ha encontrado, orientándonos a reducir su impacto patogénico, mientras lo ayudamos a construir otra solución mejor a su angustia, solución que será siempre “a medida” y no estándar.



¿Cómo puedo ayudar a un amigo o un familiar con trastorno límite de la personalidad?



A continuación, mencionamos algunas maneras de ayudar a un amigo o un familiar con este trastorno:

  • Tómese el tiempo necesario para aprender sobre la enfermedad, para así comprender por lo que está pasando su amigo o pariente.

  • Ofrezca apoyo emocional, comprensión, paciencia y aliento. Los cambios pueden ser difíciles y aterradores para las personas con trastorno límite de la personalidad, pero las cosas pueden mejorar con el tiempo.

  • Si su ser querido está en tratamiento para el trastorno límite de la personalidad, anímelo a que pregunte sobre la terapia familiar.

  • Busque asesoramiento para usted mismo. Elija un terapeuta diferente al que está tratando a su familiar.


El TLP es una enfermedad psíquica grave con deficiencias funcionales en las relaciones interpersonales, la identidad y la regulación de las emociones. Las autolesiones y las acciones suicidas son frecuentes, siendo los costes socioeconómicos muy elevados. El tratamiento está encaminado a detectar y tratar los problemas del paciente en el aquí y el ahora de la relación de transferencia. Se utilizan las técnicas de aclaración, confrontación, interpretación y trabajo a fondo. En el marco del proceso de transferencia se producen inversiones de roles y cambios de rol.


79 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page