Terapia PsicológicaEspecializada es un Centro de terapia en crecimiento en CDMX. Contamos con años de experiencia en el tratamiento de pacientes y, aunque podemos haber crecido en tamaño, aún ofrecemos el mismo servicio íntimo, personal y excelente que en aquel entonces.

Nos enorgullece brindar a nuestra comunidad atención y educación sobre la salud centradas en el paciente de alta calidad. Contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados y un personal administrativo capacitado que mantienen nuestro(a) Centro de terapia en funcionamiento de manera eficiente. Póngase en contacto para conocer más sobre nuestros servicios.

La terapia psicológica o psicoterapia es un tratamiento clínico que se lleva a cabo a través de la relación entre un psicólogo y su paciente, a fin de diagnosticar, planificar y realizar acciones orientadas a la solución de las dificultades de éste. El psicorerapéuta tiene formación y experiencia en el diagnóstico de dichas problemáticas, así como en la aplicación de diversos procedimientos psicológicos científica y clínicamente validados, que ayudarán a su paciente a obtener mayor bienestar y mejorar su calidad de vida. En la psicoterapia se crea un entorno basado en el diálogo, en donde el psicoterapéuta y el paciente hablarán abiertamente y sin prejuicios sobre las problemáticas de este último, para identificar y cambiar patrones de pensamiento y de relación hacia otras personas o el entorno que agudizan sus problemas, ayudándole de esta manera a actuar sobre su situación para recuperar el bienestar. La terapia psicológica no solo es un espacio para hablar de los problemas, si no también para desarrollar nuevas habilidades que les permitirán a los pacientes solucionar sus problemáticas actuales y futuras de una forma eficaz.

Muchas personas se muestran escépticas por manenter algunas creencias erróneas sobre la terapia psicológica, las cuales provocan resistencia para asistir a consulta (puedes ver la sección «desmitificando a la terapia psicológica»). No obstante, el estar informado sobre sus beneficios ayuda a superar el miedo, el nerviosismo y la inseguridad, para tomar una decisión adecuada para solicitar ayuda psicológica profesional. Los motivos para asistir a terapia psicológica son muy diversos, pero desde nuestro punto de vista, lo que tienen en común es que «son problemáticas que por su complejidad son difíciles de superar por un solo individuo». Por ejemplo muchos asisten a consulta cuando experimentan estados emocionales prolongados, como ansiedad, angustia, depresión, tristeza, culpa. Otros cuando están pasando por circunstancias de vida que interfieren con su bienestar físico y mental a largo plazo, tales como la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica, etc. Algunos más cuando necesitan apoyo para enfrentar problemáticas emergentes, tales como un despido, o un nuevo empleo, cuando existen peleas o discusiones con los hijos, hermanos o padres, cuando hay una infidelidad, etc. Si bien reconocemos que no existe un perfil típico de problemáticas para decidir tomar terapia, abajo listamos algunos indicios importantes para buscar ayuda profesional: Los problemas que enfrentas parecen no mejorar a pesar de tus esfuerzo y el apoyo de amigos y familiares. Te es muy difícil llevar a cabo tus actividades cotidianas, ya que tus problemas dificultan tu bienestar físico y mental. Tus pensamientos y acciones provocan daños en tí y en otras personas. Enfrentas constantemente sentimientos de tristeza y desamparo. Te mantienes en constante preocupación y esperas lo peor de la situación.

Una terapia no necesariamente tiene que ser larga. Dependerá de muchos factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace que se mantiene, la confianza en el cambio, la confianza en la psicología, la capacidad de introspección y la implicación de la persona en la terapia, entre otros. Pueden haber muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas puntuales en algún tema (ej: laboral o de pareja) que con muy pocas sesiones se pueden resolver. Otros pueden formar parte de un trastorno psicopatológico y entonces su tratamiento puede ser largo. Cuando decimos “largo” no nos referimos a una cuestión de años sino que con unos meses puede quedar resuelto.

La psicoterapia no es un oficio, es una profesión. El psicoterapéuta es un profesional con formación especializada en el diagnóstico y tratamiento de problemas clínicos de naturaleza psicológica. Dicha formación la acreditan sus estudios universitarios. Un psicólogo confiable ha cursado una carrera y debe contar con un grado universitario que lo acredite. La mayoría de los psicólogos cuentan con estudios de licenciatura en psicología, y adicionalmente se especializan en ciertos tipos de enfoques, diagnósticos, técnicas y tratamientos a través de cursos, diplomados y también en la práctica profesional (ya sea institucional o privada). Los psicólogos con formación altamente especializada cuentan con estudios de posgrado relacionados con la psicoterapia. Esto agrega elementos muy valiosos a su perfil, ya que habla sobre su formación y su capacidad para resolver diversos problemas del ámbito clínico. Un psicólogo con maestría por ejemplo, cuenta con capacitación profesional altamente especializada, que ha sido desarrollada a través del conocimiento teórico, metodológico y la práctica supervisada por otros profesionales (también con maestría o doctorado), en instituciones de salud (como hospitales o clínicas) o educación (por ejemplo, preparatorias o universidades). Un psicólogo confiable no dudará en revelarte su formación profesional, por ejemplo, el nombre de la licenciatura o posgrado que curso (de contar con él), la institución donde los cursó, el enfoque psicológico sobre el que trabaja, el tipo de problemáticas en las que tiene experiencia, etc.

Un psicólogo es un profesional de la salud especializado en el diagnóstico y tratamiento de problemas relacionados con el comportamiento humano. Existen muchos sitios en donde podemos localizar a un psicólogo, principalmente: en directorios profesionales impresos o de internet, a través de la referencia de una persona de confianza (amigo, familiar, compañero de trabajo), en una clínica de salud pública o privada, mediante su sitio web, etc. Los psicólogos cobran distintas tarifas por sus servicios que en gran parte de las ocasiones dependerán de la zona de consulta, de la modalidad de terapia que el paciente decida tomar (individual, familiar o de pareja), además de su formación y experiencia. Asegúrate de recibir atención de un profesional altamente capacitado, que cuente con la formación y la experiencia necesaria para solucionar problemas psicológicos. Por tales razones, antes de elegir a un psicólogo procura conocer algunos antecedentes sobre su historia profesional, por ejemplo: su grado de estudios y si estos son relevantes para la práctica de la psicoterapia (existen casos de «terapeutas» que ejercen la psicoterapia sin tener estudios relacionados con ella), la institución donde los cursó, los escenarios en donde ha ejercido o ejerce actualmente su práctica profesional, y el tipo de problemas con los que está familiarizado. Los psicoterapéutas profesionales ofrecen este tipo de información en sus sitios web, en el perfil de sus redes profesionales de contactos o en la información disponible en los directorios de profesionistas. Otro punto importante para elegir a tu psicólogo, es que el lugar donde se localice su consultorio sea una zona conocida y que te inspire confianza.

No. Sin embargo es importante tomar en cuenta que un tratamiento requiere de más de una sesión para abordar la problemática del paciente de forma plena , a fin de dialogar, planificar, analizar y llevar a cabo acciones que ayuden a provocar el cambio en las situaciones que le afectan. En nuestro enfoque centrado en soluciones, un tratamiento tiene una duración aproximada de diez sesiones. El paciente obtendrá beneficios desde la primera sesión. Se identificarán los problemas, se plantearán metas y se abrirán nuevas posibilidades para el cambio, lo que ayudará a reducir la incertidumbre y le dará un panorama positivo sobre sus circunstancias y sus posibilidades de solución. Conforme avance el proceso terapéutico el paciente obtendrá nuevas habilidades que le ayudarán, junto con su terapéuta a solucionar las problemáticas por las que llegó a terapia.

El número de sesiones dependerá de muchos factores. Normalmente hacemos una sesión a la semana durante el proceso de evaluación. En la fase de terapia dependerá de la interferencia del problema en la vida del paciente para aconsejar una sesión semanal o quincenal. En el 80% de los casos las sesiones son semanales.

La duración de una sesión, tanto de evaluación como de tratamiento, es de una 50 minutos a hora.

En general se establece un diálogo, pero dependerá de la problemática y de las características del paciente. En las sesiones de evaluación habla más el paciente y en el resto puede haber muchas sesiones edonde el psicólogo interviene más que el paciente.

Es muy habitual. La mayoría de personas evitan ir al psicólogo a pesar de necesitarlo, ya que aún hay muchos prejuicios sociales. Aún está mal visto ir al psicólogo y mucha gente no explica que acude. En las primeras sesiones muchas personas están nerviosas porque sienten vergüenza por los motivos de consulta y por no ser capaces de resolverlos. Son errores importantes que se han de afrontar. Es importante plantar cara a los tabúes, aceptar la vergüenza y romper el hielo viniendo a la primera visita. La confianza con el psicólogo eliminará la vergüenza y la ansiedad en las siguientes visitas.

En nuestra orientación no trabajamos exclusivamente en el pasado, sino en el presente y el futuro. A pesar de esto necesitamos evaluar muchos aspectos del pasado para entender pensamientos, emociones y conductas del presente y así poder modificarlas haciéndolas más adaptativas. No es necesario que hayamos sufrido traumas para tener problemas psicológicos.

La principal diferencia es que el psicólogo no puede recetar porque no es médico y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en las terapias ante los trastornos mentales no severos. Mientras el psicólogo utiliza el diálogo y la reestructuración, el psiquiatra suele utilizar más la medicación para provocar la mejoría.

La terapia intenta cambiar los aspectos que la persona quiere y lucha por ellos, pero no cambia la estructura de la personalidad, ya que éste no es el objetivo de la persona ni de la terapia.

Sí, esto es crucial. Sólo se podría producir un cambio de psicólogo en caso de que el paciente lo solicitara.

Siempre es bueno contar con redes de apoyo para ayudarte a superar las dificultades de la vida. Sin embargo, la ayuda que los amigos y familiares son capaces de proporcionar, casi siempre está supeditada a los prejuicios, la idiosincracia, y la subjetividad de quien proporciona ayuda en un contexto no profesional. Los consejos de amigos y familiares en ocasiones son de utilidad, pero en otras, implican graves riesgos e incluso, llegan a empeorar las circunstancias de los pacientes. El psicólogo, en su calidad de profesional de la salud mental, es experto en el tratamiento de los problemas del comportamiento humano. Con su apoyo psicológico especializado, podrás examinar, planificar y solucionar estratégicamente tus problemas en un contexto profesional.